La Psicología Humanista nace en la década de los sesenta del siglo XX. A este movimiento se le denominó la Tercera Fuerza.

Surgió como reacción al conductismo y al psicoanálisis, dos teorías con planteamientos opuestos en muchos sentidos, pero que predominaban en ese momento. El conductismo es de pensamiento reduccionista y limitado, el psicoanálisis se fundamenta en la filosofía humanista. La filosofía humanista ha dado muchos aportes al desarrollo de la psicología humanista.

La Terapia Humanista esta basada en la Psicología Humanista, la cual es Holística y plantea que el Hombre es una totalidad, donde se relacionan los factores físicos, emocionales, ideológicos y espirituales.

La Psicología Humanista hace hincapié en la experiencia consciente, en la libertad personal, en la responsabilidad, en el libre albedrío, en el desarrollo del potencial de cada individuo, y en su creatividad para lograr la felicidad entre otras cosas.

Los Humanistas desean destacar la salud mental y todos los atributos positivos de la vida como son: La felicidad, la satisfacción, la confianza en la naturaleza, la generosidad, el afecto, etc.